No puedes ser de otra manera. El mundo no está fuera de ti; tú eres el
mundo, de modo que vayas a donde vayas llevarás el mundo contigo.
El verdadero cambio que se tiene que producir no es de lugar, no tiene
que producirse fuera, sino dentro. ¿A qué me refiero con el verdadero
cambio? No me refiero a que tengas que mejorar, porque mejorar es otra mentira. Mejorar significa que continuarás puliendo tu personalidad. Puede
llegar a ser maravillosa, pero recuerda que, cuanto más maravillosa, más peligrosa,
porque más difícil te resultará desprenderte de ella.
Por eso a veces un pecador se transforma en santo, pero las personas
respetables nunca se transforman. No pueden, porque tienen una personalidad muy
valiosa, con muchos adornos, muy pulida, y han invertido mucho en esa personalidad;
su vida entera ha sido una especie de continua pulimentación. Les costaría demasiado
abandonar esa maravillosa personalidad. Un pecador sí puede hacerlo, porque no ha
invertido nada en ella. Aun más; está harto de ella, de tan fea como es. Pero ¿cómo
podría desprenderse tan fácilmente una persona respetable, con tantas recompensas como le
ha dado, con tantos beneficios como le ha reportado? Con ella ha ganado respetabilidad,
le ha hecho ascender, va a llegar al culmen del éxito. Le resulta muy difícil
dejar de ascender por los peldaños del éxito. Es una escalera sin fin, por la que se puede subir
eternamente.
Cuando Henry Ford estaba a punto de morir, en su lecho de muerte, aún
planeando nuevas industrias, nuevos negocios, alguien le dijo:
—¡Pero si se está usted muriendo! Según los médicos, no vivirá más de
unos cuantos días. Ni siquiera están seguros de eso; podría morir hoy o
mañana. ¿Y ahora qué? Ha dedicado su vida entera a esto, y tiene mucho dinero, mucho
más de lo que puede gastar. Ese dinero no sirve para nada. ¿Por qué se empeñó en
crear tantas empresas?
Seguramente Henry Ford dejó de planear cosas unos momentos y
respondió:
—Mire, no puedo parar. Es imposible. Solo la muerte me detendrá; yo
soy incapaz.
Mientras esté vivo querré subir un peldaño más. Sé que es absurdo,
pero no puedo parar.
Cuando se triunfa en el mundo resulta muy difícil parar. Resulta
difícil parar cuando te estás enriqueciendo, cuando te estás haciendo famoso. Cuanto
más refinada sea la personalidad, más se afianza.
Por eso no digo que tengas que mejorar. Desde Buda a Hakuin, ninguno
de los grandes maestros ha hablado de que haya que mejorar. Ojo con los
llamados «libros para mejorar» de «desarrollo personal». El mercado está lleno de esos
libros, y hay que tener mucho cuidado con ellos, porque esa mejora no te llevará a ninguna
parte. No se trata
de mejorar, porque con mejorar solo se consigue aumentar la mentira.
Mejorará la personalidad, se pulirá más, se hará más sutil, más valiosa, pero eso
no equivale a la transformación.
La transformación no se produce mejorando la personalidad, sino
abandonándola. La mentira no puede convertirse en la verdad. No hay forma alguna de
mejorar la
mentira para que se convierta en la verdad. Siempre seguirá siendo la
mentira. Parecerá cada día más la verdad, pero seguirá siendo la mentira. Y cuanto más
verdad parezca, más te absorberá, más arraigará en ti. La mentira puede parecer hasta
tal punto la verdad que es posible olvidarse de que en realidad es mentira.
La mentira te dice: «Ve en busca de la verdad. Mejora tu carácter, tu
personalidad.
Busca la verdad, transfórmate en esto, transfórmate en lo otro». La
mentira no para de ofrecerte nuevas actividades: haz esto, y todo irá bien y serás feliz
para siempre. Haz esto, haz lo otro. ¿Que esto falla? No importa; tengo otros planes
para ti. La mentira no para de ofrecerte planes, y tú sigues esos planes, malgastando tu
vida.
En realidad, la búsqueda de la verdad también procede de la mentira.
Resulta difícil de comprender, pero es algo que hay que comprender. La búsqueda de la
verdad deriva
de la propia mentira. Es la forma de protegerse que tiene la mentira;
si incluso te ofrece la búsqueda de la verdad, ¿cómo puedes sentirte a disgusto con tu
personalidad? ¿Y cómo puedes decir que es mentira? Te empuja, te arrastra a ir en busca
de la verdad.
Osho
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