Yo seguiré siendo yo mismo. No haré caso de los sacerdotes ni los predicadores porque confío que el amor de Dios es suficientemente grande; no puedo cometer un pecado mayor que su amor. Entonces ¿por qué preocuparse? Nuestras manos son pequeñas como son pequeños nuestros pecados. Nuestra trascendencia es pequeña; ¿Cómo podemos cometer pecados que no pueda perdonar el amor de Dios? Si Dios es amor, no puede estar presente en el juicio final para separar a los santos de los demás millones y millones de personas y arrojarlas al infierno para toda la eternidad.
Osho
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