viernes, 7 de febrero de 2014

Sólo se puede controlar a una persona desdichada.

El éxtasis es rebelde

TODO NIÑO NACE EXTÁTICO. El éxtasis es algo natural. No es algo que les ocurra solamente a los grandes sabios. Es algo que todos traemos al mundo; todos venimos con él. Es el núcleo mismo de la vida, forma parte del hecho de estar vivo. La vida es éxtasis. Todo niño lo trae al mundo, pero después la sociedad se lanza sobre el niño, empieza a destruir la posibilidad del éxtasis, empieza a hacer que el niño se sienta
desgraciado, a condicionarlo.

La sociedad está neurótica y no puede consentir que vivan en ella las personas extáticas. La ponen en peligro. Hay que intentar comprender el mecanismo, y las cosas resultarán más fáciles.

No se puede controlar a una persona extática; es imposible. Sólo se puede controlar a una persona desdichada. Una persona extática es necesariamente libre. El éxtasis es la libertad. Cuando eres extático no se te puede reducir a la esclavitud. No se te puede destruir tan fácilmente, no se te puede convencer de que vivas en una cárcel. Querrás bailar bajo las estrellas, caminar con el viento y hablar con el sol y la luna.

Necesitarás la inmensidad, el infinito, la enormidad. No te seducirán para que vivas en una celda oscura. No pueden convertirte en esclavo. Vivirás tu vida y harás lo que quieras con ella.

Osho

Sólo las personas tristes necesitan diversiones.

Cuanto más triste se hace el mundo, más necesitamos la televisión, las películas, las ciudades de oropel y tantas y tantas cosas. Cada día necesitamos más el alcohol, cada día necesitamos más clases de drogas, para evitar la desdicha en la que vivimos, para no enfrentarnos a la angustia en la que vivimos, para olvidarlas. Pero olvidando no se consigue nada.

La alegría tiene que entrar en tu ser. Al principio resulta difícil, arduo. Al principio tendrás que enfrentarte al sufrimiento. El camino es montañoso, pero cuanto más te adentres en él, mayor será la compensación, mayor la recompensa.

Una vez que hayas aprendido a enfrentarte a la desdicha, empezarás a sentirte alegre, porque por el hecho de enfrentarte empieza a desaparecer la desdicha y tú empiezas a integrarte.

Un día tienes ante ti la desdicha y te enfrentas a ella, y de repente, se produce el cambio: ves la desdicha como algo distinto de ti, como algo ajeno a ti; era una simple ilusión, una identificación en la que te habías metido. Ahora sabes que no eres eso, y se produce un estallido de alegría, una explosión de alegría.

Osho

Que la comprensión sea tu forma de meditación.

Una satisfacción que viene y se va no es satisfacción; es simplemente un intervalo entre dos desdichas. Igual que llamamos «período de paz» al intervalo entre dos guerras, que no es en absoluto un período de paz, sino la preparación para otra guerra. Si la guerra es positiva, el período entre dos guerras es una guerra negativa, una guerra fría. Funciona soterradamente; estamos preparándonos para una guerra en toda regla.

Todo lo que viene y se va es un sueño. Vamos a definirlo así: todo lo que viene y no se va es real.  Intenta comprender tu sufrimiento. Vívelo, profundiza en él, averigua la causa, por qué está ahí. Que la comprensión sea tu forma de meditación.

Y trata de comprender tu satisfacción también, tu felicidad, y verás lo superficial que es. Una vez que sepas que tu felicidad es superficial y tu angustia muy profunda -y es algo que tienes en tus manos-, podrás cambiar el funcionamiento de tu consciencia. Tu satisfacción puede convertirse en tu ser entero, sin siquiera un rinconcito para la insatisfacción.

Tu amor se convierte en tu vida entera. Y se mantiene. Pasa el tiempo, pero lo que has logrado sigue haciéndose más profundo. De él brotan sin cesar flores y cantos. Eso es lo que llamamos iluminación.

Osho

De la agonía al éxtasis

La alegría significa entrar en tu ser. Al principio resulta
difícil, arduo. Al principio tendrás que enfrentarte con
el sufrimiento; el camino es muy duro. Pero cuanto
más te internes en él, mayor será la recompensa.

Osho

No encontrarás hombre más pobre que el rico; es doblemente pobre.

Eso le ocurrió a Buda. Era hijo de un rey, lo tenía todo, pero no era feliz. Era cada día más infeliz; cuanto más tienes, más infeliz eres. Ésa es la desgracia del rico. Eso es lo que ocurre actualmente en Estados Unidos: cuanto más ricos, más infelices; cuanto más ricos, menos saben qué hacer.

Los pobres siempre saben lo que tienen que hacer: ganar dinero, construirse una buena casa, comprar un coche, mandar a sus hijos a la universidad. Siempre tienen un programa, siempre están ocupados.

Tienen un futuro, tienen esperanza: «Uno de estos días...». Siguen sumidos en la desdicha, pero tienen esperanza.

El rico es desdichado, pero también ha desaparecido la esperanza.  Sufre por partida doble. No encontrarás hombre más pobre que el rico; es doblemente pobre. Se mantiene proyectado en el futuro, y sabe que el futuro no le va a proporcionar nada, porque todo lo que necesita ya lo tiene. Se preocupa, se angustia, se inquieta. Es pura angustia.

Osho

La felicidad no es algo que haya que buscar

La felicidad está donde tú estés: dondequiera que estés, ahí está la felicidad. Está a tu alrededor, es un fenómeno natural. Es como el aire, como el cielo. La felicidad no es algo que haya que buscar; es la materia misma del universo. La alegría es la materia misma del universo. Pero tienes que mirar lo que está delante de ti, lo inmediato. Si miras hacia los lados, se te escapará.

Se te escapa por tu culpa, porque no lo enfocas como es debido. Pero mata el pasado, no pienses en el futuro e intenta ser desgraciado: no lo conseguirás. No puedes ser desgraciado; seguro que no lo consigues; es algo predecible. 

No lo conseguirás; por muy diestro que seas en el sufrimiento, por muy entrenado que estés, no puedes crear
la desdicha en este mismo momento.

Osho

¿Te has sentido alguna vez desgraciado en el aquí y el ahora?

En este mismo momento... ¿existe alguna posibilidad de que te sientas desgraciado ahora mismo? Si piensas en el día de ayer te puedes sentir desgraciado. Si piensas en el día de mañana puedes sentirte desgraciado.

Pero en este mismo momento... en este momento palpitante, vibrante, real... ¿puedes sentirte desgraciado? ¿Sin pasado y sin futuro? Puedes extraer la infelicidad del pasado, de los recuerdos. Ayer alguien te insultó y aún te sientes herido, y te sientes mal por eso. ¿Por qué? ¿Por qué te pasó eso? ¿Por qué te insultó esa persona? Te has molestado tanto por esa persona, siempre has intentado ayudarla, como un amigo... ¡y va y te insulta! Estás jugando con algo que ya no existe. El ayer se ha ido.

O puedes sentirte mal por el día de mañana. Mañana no tendrás dinero... ¿adonde irás? ¿Qué comerás? Mañana no tendrás dinero... y ahí entra en juego la infelicidad. O viene del día de ayer o del día de mañana, pero nunca del ahora y el aquí. En este mismo momento, ahora, la infelicidad es imposible.

Si has logrado aprender todo esto, puedes ser un Buda. Entonces nadie obstaculizará tu camino. Entonces podrás olvidarte de todos los Freud del mundo, entonces la felicidad no es sólo posible, sino que ya se ha dado. La tienes delante de ti y no te das cuenta porque sigues mirando hacia los lados.

Osho

Cambiar tu carácter es fácil...

La verdadera tarea consiste en cambiar tu consciencia, en hacerte consciente, más consciente, más intensa y apasionadamente consciente. Cuando eres consciente resulta imposible enfadarse, resulta imposible ser avaricioso, envidioso, ambicioso.

Y cuando desaparecen la ira, la ambición, la envidia, el sentimiento de posesión, el deseo, se desata toda la energía que los acompaña. Esa energía se transforma en dicha. Y entonces no llega del exterior, sino que ocurre en el interior de tu ser, en lo más recóndito de tu ser.

Osho

No hay mayor fracaso que el éxito.

Si Alejandro Magno no era feliz, si Adolf Hitler no era feliz, si los Rockefeller y los Carnegie no son felices... Esas personas que tienen todo el dinero del mundo, si no son felices, esas personas que tienen todo el poder del mundo... Sólo hay que fijarse en quienes han tenido éxito en el mundo para renunciar a la idea del éxito. No hay mayor fracaso que el éxito. Aunque te hayan dicho que nada triunfa como el triunfo, yo te digo que nada fracasa tanto como el triunfo.

La felicidad no tiene nada que ver con el éxito. La felicidad no tiene nada que ver con el dinero, el poder, el prestigio. Es una dimensión completamente distinta. La felicidad tiene que ver con tu consciencia, no con tu carácter.

Osho

Tu felicidad no es verdadera felicidad; sólo una infelicidad oculta.

Tu amor no es amor sino sólo una máscara del odio que sientes. Tu compasión no es sino ira, cultivada, sofisticada, educada, civilizada, pero tu compasión no es sino ira. Tu sensibilidad no es verdadera sensibilidad, sino un simple ejercicio mental, la práctica de cierta actitud y de cierto enfoque.

Recuérdalo: se educa a la humanidad con la idea de que se puede practicar la virtud, que se puede practicar la bondad, que se puede aprender a ser feliz, que se puede llegar a ser feliz, que está a tu alcance crear cierto carácter que te traerá la felicidad. Y es todo falso, completamente falso.

Lo primero que hay que comprender es que la felicidad no se puede practicar. Sólo se puede permitir, porque no es algo que tú creas. Crees lo que crees, será más pequeño que tú, mucho más pequeño que tú. Lo que tú crees no puede ser más grande que tú. La pintura no puede ser más grande que el pintor, ni la poesía más grande que el poeta. Tu canción será más pequeña que tú.

Si practicas la felicidad tú siempre estarás detrás, con todas tus estupideces, con los viajes de tu ego, con tu ignorancia, con tu caos mental. Con esa mente caótica no puedes crear un cosmos, no puedes crear la gracia. La gracia siempre desciende del más allá; hay que recibirla como un don, con enorme confianza, con una entrega total. La verdadera felicidad se da en un estado de dejarse llevar.

Pero nos han dicho que tenemos que triunfar, que ser ambiciosos. Se ha adiestrado nuestra mente para que sea la del triunfador. La educación, la cultura, la religión, todo está basado en esa idea de que la persona tiene que ser ambiciosa; sólo el ambicioso se realizará. Jamás ha ocurrido ni ocurrirá, pero la ignorancia es tan profunda que seguimos creyéndonos esas tonterías.

Ninguna persona ambiciosa ha sido jamás feliz; aún más: el
ambicioso es el más infeliz del mundo.

Osho

Crea el clima en el que todos puedan sentir un poco de alegría.

Jamás intentes ser feliz a expensas de la felicidad de otro. Eso es feo, inhumano. Es violencia en el verdadero sentido de la palabra. Si piensas que vas a ser santo por condenar a los demás por pecadores, tu santidad no es sino un nuevo viaje del ego. Si te consideras puro por estar intentando demostrar que los demás son impuros... eso es lo que vuestros santos hacen sin cesar. No paran de alardear de su santidad, de su pureza. Ve a ver a vuestros llamados santos y míralos a los ojos. ¡Cómo te censuran! Dicen que estáis todos condenados al infierno; condenan a todos. 

Escucha sus sermones; todos sus sermones son de condena. Y por supuesto escuchas en silencio su condena porque sabes
que has cometido muchos errores en tu vida, que tienes muchas faltas. Y lo han condenado todo, de modo que es imposible que pienses que puedes ser bueno. Te gusta la comida: eres un pecador. No te levantas temprano por las mañanas: eres un pecador. No te acuestas temprano por la noche: eres un pecador. Lo han puesto todo de tal manera que resulta muy difícil no ser pecador.

Sí, ellos no son pecadores. Ellos se acuestan temprano y se levantan temprano por la mañana. ¡Como no tienen nada más que hacer...! Nunca cometen errores porque nunca hacen nada. Se limitan a estar sentados, poco menos que muertos. Pero claro, si haces algo, ¿cómo vas a ser santo? De ahí que el santo lleve siglos renunciando al mundo y escapando del mundo, porque estar en el mundo y ser santo parece algo imposible.

En mi opinión, a menos que estés en el mundo tu santidad no tiene ningún valor. Has de estar en el mundo y ser santo. Hay que definir la santidad de una forma completamente distinta. No vivir a costa de los placeres de otros: eso es la santidad. No destruir la felicidad de otros, ayudar a otros a ser felices: eso es la santidad.  Crea el clima en el que todos puedan sentir un poco de alegría.

Osho

No hay nada que sea tuyo; todo pertenece a la existencia.

Si eres feliz a costa de la felicidad de otro... Y así es como puedes ser feliz; no hay otra manera. Si conoces a una mujer hermosa y consigues poseerla, se la habrás arrebatado a otro. Intentamos que las cosas parezcan lo más bonitas posible, pero eso es sólo en la superficie. Los que han perdido en el juego se enfadarán, se pondrán furiosos. 

Esperarán una oportunidad para vengarse, y esa oportunidad se les presentará tarde o temprano.  Lo que posees en este mundo lo posees a costa de alguien, a costa del placer de otro. No hay otra manera. Si de verdad no deseas enemistarte con nadie en el mundo, debes abandonar la idea de la posesión. Utiliza lo que tengas a tu lado en el momento, pero no seas posesivo. No intentes reclamarlo como tuyo. No hay nada que sea tuyo; todo pertenece a la existencia.

Osho

El placer te hará más astuto, pero no te proporcionará sabiduría.

El placer te hará ir a la deriva. El placer te hará más astuto, pero no te proporcionará sabiduría. Te hará cada día más esclavo; no te proporcionará el reino de tu ser. Te hará cada día más calculador, te hará una persona más aprovechada. Te hará cada día más político, más diplomático. Empezarás a utilizar a las personas como medios. Eso es lo que hace la gente.

El marido le dice a la esposa: «Te quiero», pero en realidad simplemente la está utilizando. La esposa dice que quiere al marido, pero simplemente lo está utilizando. El marido puede estar utilizándola como objeto sexual y la esposa utilizándolo como seguridad económica. El placer hace a todos astutos, taimados. Y ser astuto supone perderse la dicha de ser inocente, perderse la dicha de ser niño.

Osho

La dicha te hace el amo.

El placer es algo momentáneo, algo que pertenece a la esfera del tiempo, es algo «de momento». La dicha es intemporal, atemporal. El placer comienza y termina; la dicha ni va ni viene: está ya en el núcleo más profundo de tu ser. 

El placer hay que arrancárselo a otro: o eres mendigo o eres ladrón. La dicha te hace el amo.  La dicha no es algo que te inventas, sino algo que descubres. La dicha es tu naturaleza más íntima. Estaba allí desde el principio, pero tú no te habías fijado. No te has dado cuenta porque no miras hacia dentro.

Osho

El placer no es ni puede ser la meta de la vida.

La segunda palabra que hay que comprender es la felicidad. El placer es algo fisiológico; la felicidad es algo psicológico. La felicidad es un poco mejor, algo un poco más refinado, un poco más elevado... pero no muy distinto del placer. Podría decirse que el placer es una clase más baja de felicidad y que la felicidad es una clase más elevada de placer: las dos caras de la misma moneda. El placer es un poco primitivo, animal; la felicidad es un poco más refinada, un poco más humana, pero es el mismo juego, que se juega en el mundo de la mente. No te preocupas tanto de las sensaciones fisiológicas como de las sensaciones psicológicas, pero no existe diferencia en lo fundamental.

La tercera es la alegría: la alegría es algo espiritual. Es algo distinto, completamente distinto del placer y de la felicidad. No tiene nada que ver con lo externo, con el otro; es un fenómeno interno. La alegría no depende de las circunstancias; es algo tuyo. No es una excitación producida por las cosas; se trata de un estado de paz, de silencio, un estado meditativo. Es espiritual.

Osho

La mente siempre ansia algo nuevo.

Así es como la mente te mantiene siempre atado a algo futuro. Te mantiene en un estado de espera, pero nunca te lleva los productos, porque no puede. Sólo puede crear nuevas esperanzas, nuevos deseos.

Las hojas crecen en los árboles del mismo modo que los deseos y las esperanzas crecen en la mente. Querías una casa nueva y ya la tienes; ¿dónde está el placer? La disfrutaste unos momentos, cuando conseguiste tu objetivo. Una vez conseguido a la mente deja de interesarle y ya ha empezado a tender nuevas telarañas de deseo. Ya ha empezado a pensar en otras casas, más grandes. Y eso es lo que pasa con todo.

El placer te crea un estado de deseo permanente, de inquietud, una agitación continua. Hay múltiples deseos, todos y cada uno de ellos insaciables, que reclaman toda tu atención. Te conviertes en víctima de una multitud de deseos enloquecedores -enloquecedores porque no se pueden cumplir-, que te llevan de acá para allá. Tú mismo te conviertes en una contradicción. Un deseo te lleva hacia la izquierda, otro hacia la derecha, y alimentas ambos deseos al mismo tiempo. Y entonces te sientes dividido, escindido, desgarrado. Te sientes hecho pedazos. Nadie sino tú es responsable; es la estupidez del deseo de placer lo que crea esta situación.

Y es un fenómeno complejo. No eres tú el único que busca el placer; millones de personas buscan los mismos placeres. Por eso existe una gran lucha: la competición, la violencia, la guerra. Todos son enemigos entre sí, porque todos tienen el mismo objetivo y no todos pueden conseguirlo. De ahí que la lucha sea tremenda, porque hay que arriesgarlo todo, y por nada, ya que, cuando ganas, no ganas nada. Malgastas tu vida entera en esa lucha. Una vida que podría haber sido una fiesta se convierte en una lucha prolongada, inútil.

Osho

Tu dinero no te hace amo, sino esclavo.

Es una espada de doble filo: querer más es el primer filo de la espada. Cuanto más exiges, cuanto más deseas, cuanto más sientes que te falta algo, más vacío y hueco te sientes. Y el otro filo de la espada es que cuanto más tienes, más temes que te lo quiten. Te lo pueden robar.

El banco puede ir a la bancarrota, puede cambiar la situación política del país, hacerse comunista... Hay mil cosas de las que depende tu dinero. Tu dinero no te hace amo, sino esclavo.

Osho

Liberarse del pasado y del futuro significa probar por primera vez la libertad.

A menos que empieces a vivir en el presente, no serás capaz de olvidar y perdonar el pasado.  No te recomiendo que olvides y perdones todo lo que te ha ocurrido en el pasado; no te lo aconsejo.  Lo que digo es lo siguiente: vive en el presente.  Ese es el enfoque positivo de la existencia, vivir en el presente.  Es otra forma de decir que tengas una actitud más meditativa, que seas más consciente, que estés más alerta, porque cuando eres consciente, cuando estás alerta, vives en el presente.  La consciencia no puede estar ni en el pasado ni en el futuro.  La consciencia solo sabe del presente. La consciencia no sabe del pasado ni del futuro; solo tiene un tiempo verbal: el presente.  Sé consciente, y a medida que vayas disfrutando del presente, dejarás de caer en esa estupidez que hace todo el mundo.  Dejarás de volver al pasado.  No tendras que olvidar y perdonar; eso desaparecerá sin más.  Te sorprenderá... ¿Adónde ha ido a parar todo eso? Y en cuanto deja de existir el pasado, también desaparece el futuro, porque el futuro no es sino una proyección del pasado.  Liberarse del pasado y del futuro significa probar por primera vez la libertad.  Y en esa experiencia te haces total, sano; se cicatrizan todas las heridas.  De repente dejan de existir las heridas; empiezas a sentir un bienestar que surge de tu interior.  El bienestar es el comienzo de la transformación.

Osho

Tu sufrimiento es obra tuya; tu dicha también será obra tuya.

No hay forma de que nadie te quite tu sufrimiento.  No hay forma de que nadie te haga dichoso, pero si te das cuenta de que tú eres el responsable de tu dicha o tu desdicha, de que nadie puede hacer nada...

Tu sufrimiento es obra tuya; tu dicha también será obra tuya.  

Pero resulta difícil aceptar que el sufrimiento es tu obra.. Todos piensan que los demás son los responsables de su sufrimiento.

Osho

¿Cómo puedo ser yo mismo?

Olvídate de pretensiones, olvídate de ese afán por ser otro, olvídate del deseo de ser como Jesucristo, como Buda, de parecerte al vecino. Deja la competición y las comparaciones, y serás tú mismo.

La comparación envenena.  Siempre estás pensando en lo que hace el otro.  Tiene una casa grande, un coche grande, y tú lo estás pasando mal.  Tiene una esposa guapísima y tú lo estás pasando mal.  Está subiendo por la escala del poder y la política mientras tú lo pasas mal.  Compara e imitarás.  Si te comparas con los ricos, empezarás a correr en la misma dirección.  Si te comparas con las personas cultas, empezarás a acumular conocimientos.  Si te comparas con los llamados santos empezarás a acumular virtudes... y los imitarás. E imitar significa perderse la oportunidad de ser uno mismo.

Osho  

Si un día el amante se marcha, sencillamente significa que vuestros caminos se separan.

Si vives momento a momento, en su totalidad, no habrá arrepentimiento, ni culpa.  Si has amado totalmente no habrá ninguna duda.  Si un día el amante se marcha, sencillamente significa que vuestros caminos se separan.  Podemos despedirnos, podemos darnos las gracias.  Compartimos mucho, amamos mucho, hemos enriquecido mutuamente nuestras vidas... ¿por qué llorar, por qué sufrir?

Osho