sábado, 1 de marzo de 2014

La gente no hace más que repetir; son imitadores. El ser humano es un mono amaestrado.

El amor solo crece con amor. El amor necesita un entorno de amor; esta es la idea fundamental que hay que recordar. Solo en un entorno de amor crece el amor; necesita la misma vibración a su alrededor. Si la madre ama, si el padre ama —no solo al niño, si ellos también se aman, si en el hogar hay una atmósfera en la que se respira el amor— el niño empezará a vivir como un ser amoroso, y nunca hará la pregunta: “¿Qué es el amor?”.

Lo sabrá desde el principio, se convertirá en sus cimientos.  Sin embargo, no es así como ocurre. Es una pena, pero hasta ahora no ha ocurrido. Los niños aprenden las costumbres de sus padres; sus peleas, sus conflictos. No tienes más que observarte a ti mismo. Si eres una mujer, fíjate; puede que estés repitiendo casi de forma idéntica el modo en que se comportaba tu madre. Obsérvate cuando estás con tu novio o
con tu marido. ¿Qué es lo que haces? ¿No estás repitiendo un patrón? Si eres un hombre, fíjate. ¿Qué es lo que estás haciendo? ¿No te estás comportando justo como hacía tu padre? ¿No estás haciendo las mismas tonterías que él solía hacer? En cierta ocasión te sorprendiste —“¿Cómo puede hacer esto mi padre?”— y ahora tú estás haciendo lo mismo. 

La gente no hace más que repetir; son imitadores. El ser humano es un mono amaestrado. Estás repitiendo lo que hacía tu padre o tu madre, hay que detener eso. Solo entonces sabrás qué es el amor, de lo contrario seguirás estando corrompido.

Yo no puedo definir lo que es el amor porque no existe una definición del amor. Es una de esas cosas indefinibles como el nacimiento, como la muerte, como Dios, como la meditación. Es una de esas cosas indefinibles; yo no puedo definirlo. No puedo decir: “esto es amor”. No puedo mostrártelo. No es un fenómeno visible. No se puede diseccionar, no se puede analizar; solo se puede experimentar, y únicamente a través de la experiencia puedes saber qué es. Sin embargo, puedo indicarte el camino para experimentarlo.

El primer paso es: libérate de tus padres. Y con ello no quiero decir que les faltes el respeto, no. Yo sería la última persona que pediría eso.

Tampoco quiero decir que debas liberarte de tus padres físicamente; me refiero a que te liberes de las voces paternales que hay en tu interior, del programa que hay en tu interior, del disco grabado en tu interior. Elimina todo eso,.. y te sorprenderás al ver que si te liberas de tus padres en lo más profundo de tu ser, serás libre. Por primera vez sentirás compasión por tus padres, de lo contrario, no podrás; seguirás estando resentido.

Todo el mundo está resentido con sus padres. ¿Cómo no vas a estarlo cuando te han hecho tanto daño? Pero no te han hecho daño a propósito; te deseaban todo el bien, querían a toda costa procurarte bienestar, pero ¿qué podían hacer? No por querer algo, ocurre. Las cosas no ocurren solo por desearlas. Es verdad que te deseaban lo mejor, no hay duda: todo padre quiere que su hijo disfrute de todas las alegrías de la vida. Pero ¿qué pueden hacer? Ellos mismos no han tenido ninguna alegría. Son robots y, a sabiendas o sin saberlo, consciente o inconscientemente, crearán una atmósfera en la que tarde o temprano sus hijos se convertirán
en robots.

Si quieres convertirte en un ser humano y no en una máquina, libérate de tus padres. Pero tendrás que estar atento. Es una tarea difícil, ardua; no puedes hacerlo instantáneamente. Tendrás que tener mucho cuidado con tu comportamiento. Debes estar pendiente y observar en qué momento tu madre está ahí, actuando a través de ti; en ese momento tienes que detenerte, alejarte. Haz algo completamente nuevo que tu madre ni siquiera habría imaginado. Por ejemplo, si tu novio está contemplando a otra mujer con una mirada de admiración, observa cómo reaccionas.

¿Estás haciendo lo mismo que habría hecho tu madre si tu padre hubiera contemplado a otra mujer con admiración? Si haces eso no sabrás nunca qué es el amor, no harás más que repetir la historia. Será el mismo acto interpretado por distintos actores; el mismo acto rancio repetido hasta la saciedad. No seas un imitador, sal de ahí. Haz algo nuevo. Haz algo que tu madre no habría imaginado siquiera. Algo nuevo que tu padre ni siquiera habría imaginado. Tienes que llevar esta novedad a tu ser, entonces empezará a fluir el amor.

Así que la primera cosa esencial es liberarte de tus padres.
La segunda es la siguiente: la gente cree que solo podrá amar cuando encuentre una pareja digna; ¡qué estupidez! Nunca la encontrarás. La gente cree que solo amará cuando encuentre al hombre perfecto o a la mujer perfecta. ¡Qué estupidez! Nunca lo encontrarás porque no existen ni la mujer ni el hombre perfecto. Y si existieran, no se preocuparían por tu amor. No les interesaría.

Osho

No hay comentarios:

Publicar un comentario