sábado, 1 de marzo de 2014

Para fluir y crecer en el amor no es necesaria la perfección.

Tú ni siquiera entiendes el amor que es posible en ti, de modo que no serás capaz de entender el amor de Buda, o el amor que fluye desde un Lao Tzu hacia ti; no serás capaz de entenderlo.

En primer lugar tienes que entender el amor que nace como un fenómeno natural. Ni siquiera has logrado eso. Primero tienes que entender el natural, después el trascendental. Así que lo segundo que debes recordar es que nunca busques al hombre perfecto o a la mujer perfecta. Esta también es una idea que te han inculcado; que a menos que encuentres al hombre o a la mujer perfecta, no serás feliz. De modo que continúas buscando la perfección, pero como no la encuentras, eres infeliz.

Para fluir y crecer en el amor no es necesaria la perfección. El amor no tiene nada que ver con la otra persona. La persona amorosa, sencillamente ama, al igual, que la persona viva, respira, bebe, come y duerme. Exactamente del mismo modo, la persona realmente viva, la persona amorosa, ama. No dices: “No voy a respirar a menos que haya un aire perfecto, libre de contaminación”. Sigues respirando en Los Ángeles, sigues respirando en Bombay. Sigues respirando en todas partes, aunque el aire esté contaminado, envenenado. ¡Sigues respirando! No puedes permitirte no respirar por el mero hecho de que el aire no sea como debería ser. Si tienes hambre, comes algo, lo que sea. Si te estás muriendo de sed en el desierto, beberás cualquier cosa. No te obstinarás en pedir una Coca-Cola, cualquier cosa valdrá; cualquier bebida, simplemente agua, incluso agua sucia. Hay personas que se han bebido su propia orina.

Cuando alguien se está muriendo de sed no se preocupa por lo que bebe, beberá cualquier cosa con tal de saciar la sed. Hay personas que, en el desierto, han matado a sus camellos para beber agua, ya que estos almacenan agua en su interior. Eso suponía un peligro, ya que entonces tendrían que caminar muchos kilómetros. Pero tenían tanta sed que para ellas lo primero era lo primero; primero el agua, de lo contrario morirían.

Por mucho que conservaran el camello, ¿qué iban a hacer sin agua? El camello únicamente llevaría un cadáver a la ciudad más próxima, porque sin agua morirían.

La persona viva y amorosa sencillamente ama. El amor es algo natural.  Por tanto, la segunda cosa que debes tener en cuenta es no buscar la perfección; si lo haces, el amor no fluirá en ti. Al contrario, te volverás poco afectuoso. Las personas que exigen la perfección son personas muy poco afectuosas; son neuróticas. Aunque encuentren a un amante, exigen la perfección, y esa exigencia destruye el amor.

En cuanto un hombre ama a una mujer o una mujer ama a un hombre, inmediatamente entra en juego la exigencia. La mujer empieza a exigirle al hombre que sea perfecto, solo porque la ama. ¡Como si hubiera cometido un pecado! Ahora tiene que ser perfecto, tiene que superar todas sus limitaciones. ¿Así de repente? ¿Solo por esta mujer? ¿Ahora ya no puede seguir siendo humano? O se convierte en un ser sobrenatural o es un farsante, un falso, un fraude.

Naturalmente, es muy difícil convertirse en alguien sobrenatural, por eso las personas se convierten en fraudes. Empiezan a fingir, a actuar y a engañar. En nombre del amor, la gente solo engaña. Así que la segunda cosa que hay que recordar es que nunca hay que exigir la perfección. No tienes derecho a exigir nada a nadie. Si alguien te ama, siéntete agradecido, pero no le exijas nada, porque la otra persona no tiene la obligación de amarte. Si alguien te ama, es un milagro. Siéntete emocionado por ese milagro.

Pero las personas no están emocionadas. Destruirán cualquier posibilidad de amor por pequeñeces. No están muy interesadas en el amor ni en la alegría que este conlleva. Están más interesadas en otras cosas relativas a su ego.

Interésate por tu alegría. Interésate totalmente por tu alegría; interésate únicamente por tu alegría. Todo lo demás es no-esencial. Ama; de forma natural, al igual que respiras. Y cuando ames a una persona, no empieces a exigirle cosas, porque estarás cerrando las puertas desde el principio.

No esperes nada. Si algo te llega en el camino, siéntete agradecido. Si no llega nada es porque no hace falta que llegue, no hay necesidad de que llegue. No debes esperarlo.

Osho

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