martes, 21 de mayo de 2013

Los seres humanos están dispuestos a creerse cualquier estupidez

Jamás debes rendirte a una persona.  Por mucho que alardeen, todas están hechas de la misma sangre y la misma carne que tú.  Solo algunos especialmente astutos, falsos e hipócritas se aprovechan de tu inocencia, dicen que eres una de sus ovejas y se hacen pastores.  Y a ti te gusta que te llamen oveja, no te sientes humillado y no comprendes que te están insultado espiritualmente.  Por el contrario, piensas que es algo para  alegrarse que el pastor, el único hijo de Dios, te haya aceptado.

En primer lugar, no existe prueba alguna de Dios; en segundo lugar, tampoco existe prueba alguna de que tenga esposa; en tercer lugar, tampoco existe prueba alguna de que haya engendrado un hijo.  En las escrituras se le califica de omnipotente...¿Y se conforma con dar vida a un solo hijo durante toda la eternidad?  Y no creo que sepa nada de métodos de control de natalidad, porque no existían al principio, cuando estaba creando al mundo.  Él no los creó, desde luego.

Ni Dios existe, ni existen los mensajeros de Dios, ni los profetas de Dios, ni los hijos únicos engendrados por Dios.  Todas esas personas solo tienen una cosa más que tú: sus enormes egos, tan grandes que llegan a auto-convencerse de cualquier ilusión, de cualquier alucinación.  La mejor manera de convencerse  de una ilusión es transmitírsela a la gente.  Cuando unas cuentas personas empiezan a creer en ti.. y siempre hay gente dispuesta a creer.  La gente cree en cualquier cosa: visitantes interplanetarios de diez centímetros de estatura, de color verde que vienen a la tierra...

Los seres humanos están dispuestos a creerse cualquier estupidez porque están tan vacíos que si algo parece llenarlos... A quien se está ahogando, incluso una pajita le parece una tabla de salvación.  Se aferra a la pajita, sabiendo perfectamente que no podrá salvarlo y que, por el contrario, la arrastrará con él río abajo.

Todas tus creencias no son sino pajitas a las que te aferras porque sabes que te estás ahogando.

Osho 

No hay comentarios:

Publicar un comentario