viernes, 7 de junio de 2013

Ámate a ti mismo, para que todas las fuentes del amor se abran,

Puedes fingir que amas a tus hijos, que a mas a tu esposa, a tus padres... pero es puro fingimiento.  Si hubiera tanta gente que amara en el mundo, ¿de dónde saldrían las guerras? ¿De dónde sale tanta violencia, sin cesar? ¿De dónde sale tanto odio si todo el mundo ama tanto?.

Tienes que amar a tus hijos, a tu esposa, a tu marido, a tus padres, a tus mayores, a los sacerdotes, a los vecinos... Algunos maestros, como Jesucristo, incluso predican que también hay que amar a los enemigos.  ¿Sin amarte a ti mismo? Esa extraña lógica ha destruido las raíces mismas del amor.

Yo te digo: en primer lugar, ámate a ti mismo.  Y si puedes amarte a ti mismo, los demás aceptarán tu amor con toda naturalidad, espontáneamente, sin pretensiones.  La persona llena de amor no tarda en desbordarse.  No puedes contener tu amor en un pequeño espacio interior; tu amor es mucho más grande que tú.  Tu amor puede llenar la tierra entera.  El amor de una sola persona puede llenar el universo entero, es tan enorme que puedes compartirlo con todos.

Pero si tu fuente está cerrada, lo único que te queda es fingir.  Todo el mundo finge; por eso se habla tanto de amor, de poesía, de literatura.  Y si miras a tu alrededor, no ves amor por ninguna parte, no lo encuentras.

Yo quisiera que el universo entero fuera puro amor y gozo, pero comprendo en qué ha fallado la humanidad, el falso camino que han seguido sus maestros, los mensajeros de Dios y los salvadores.  Hicieron caso a la lógica olvidándose de que la lógica es obra del hombre, que no tiene nada que ver con la naturaleza.  La naturaleza no tiene la obligación de satisfacer las conclusiones lógicas.  Si puedes hacer oír tu naturaleza, será muy sencillo de comprender.

Ámate a ti mismo, para que todas las fuentes del amor se abran, para que desaparezcan todos los obstáculos.  Y si eres capaz de amarte a ti mismo, con todas tus fragilidades, con todas tus debilidades, con todas tus equivocaciones, podrás amar a cualquiera.  Tendrás una compasión y una comprensión enormes, porque tú también cometes los mismos errores, cometes las mismas faltas y tienes las mismas debilidades.

Osho

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