La vida también es un instrumento musical: demasiado tenso y no hay música; demasiado flojo y tampoco hay música. Las cuerdas de la vida tienen que estar justo en el medio, ni demasiado tensas, ni demasiado flojas; solo entonces surge la música. Y solo un maestro sabe mantenerlas en el medio. Como tú has sido maestro del sitar, también me gustaría que fueras maestro de la vida. No vayas de un extremo a otro, del lujo a la austeridad, de los placeres al autocastigo. Intenta estar justo en el medio.
Osho
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