Uno de los grandes filósofos de nuestra época, Bertrand Rus-sell,
declaró enfáticamente: «Si hay un cielo y un infierno, yo quiero ir al
infierno». ¿Por qué? Simplemente para no estar con los santos, porque el cielo
debe de estar lleno de esos santos muertos, aburridos y polvorientos. Y
Bertrand Russell piensa: «No toleraría su compañía ni siquiera un minuto.
¿¡Imaginarme pasar toda una eternidad rodeado para siempre de cadáveres que no
conocen el amor, que no conocen la amistad y que nunca van de
vacaciones...!?».
Un santo es santo los siete días de la semana. No le está permitido
divertirse como un ser humano ni siquiera un día, aunque solo sea el domingo.
No, permanece rígido y su rigidez sigue aumentando a medida que pasa el
tiempo. Comprendo la elección de Bertrand Russell de ir al infierno porque
entiendo lo que quiere decir. Está diciendo que en el infierno te encuentras
a las personas más divertidas del mundo: los poetas, los pintores, los
espíritus rebeldes, los científicos, la gente creativa, los bailarines, los
actores, los cantantes o los músicos. ¡El infierno debe de ser realmente un
cielo porque el cielo no es más que un infierno!
Osho
No hay comentarios:
Publicar un comentario