La gente no se destruye por odio, la gente se
destruye por lo que llaman amor. No pueden analizarlo porque lo llaman amor. Como lo llaman amor, creen que
debe de ser bueno, pero no es así. La humanidad sufre por esa enfermedad que
llaman amor. Si lo analizas en profundidad no encontrarás más que pura lujuria.
La lujuria no es amor. La lujuria quiere poseer, pero el amor quiere dar. La
lujuria insiste en «consigue todo lo que puedas dando lo menos posible. Da
menos y consigue más. Si tienes que dar, hazlo para que piquen».
La lujuria es un buen negocio. Sí, tienes que
dar algo para conseguir algo, pero la idea es conseguir más y dar menos. Esta
es una mentalidad comerciante. Si puedes conseguir sin dar, ¡mejor! Si no
puedes conseguir sin dar nada, entonces da un poquito; pero finge que estás
dando mucho y arrebátale todo al otro.
La lujuria es aprovechamiento. El amor no es
aprovechamiento. La compasión no es amor en el sentido habitual y, sin embargo,
es amor en el verdadero sentido. La compasión solo da, no piensa en recibir
nada a cambio, pero eso no significa que no reciba nada a cambio, no, no se te
ocurra pensarlo ni por un instante. Cuando das sin pensar en recibir nada a
cambio recibes mil veces más, pero eso es algo que no tiene nada que ver
contigo. Cuando quieres recibir demasiado, solo te decepcionas y no recibes
nada. Al final solo consigues desilusionarte.
Osho
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