jueves, 15 de noviembre de 2012

Ser el anfitrion


A veces en el cielo hay nubes negras, pero el cielo no cambia a causa de esas nubes. A veces también hay nubes blancas y el cie­lo no cambia a causa de esas nubes blancas. Las nubes vienen y van, pero el cielo permanece. Las nubes vienen y van, pero el cie­lo se mantiene.
Tú eres el cielo y los pensamientos son las nubes. Si observas minuciosamente tus pensamientos, si no se te escapan, si los mi­ras de frente, lo primero que tendrás es esta comprensión; y se trata de una gran comprensión. Es el principio de tu budeidad, es el principio de tu despertar. Ya no estás dormido, ya no te identi­ficas con las nubes que vienen y van. Ahora sabes que tú te man­tienes así para siempre. De repente, desaparece toda la ansiedad. No hay nada que te pueda cambiar, nada te cambiará jamás; en­tonces, ¿para qué sentir ansiedad, para qué estar angustiado? ¿De qué sirve estar preocupado? La preocupación no te puede afectar. Son cosas que vienen y van, solo son pequeñas ondas en la su­perficie. En el fondo de tu ser no se forma ninguna onda. Tú es­tás ahí y eres eso. Tú eres ese ser. La gente de zen llama a ese estado el estado de ser el anfitrión.

Osho

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