miércoles, 7 de noviembre de 2012

Lo nuevo


¿Cómo volvemos a ser nuevos? No nos renovamos espontáneamente. La novedad viene del más allá, es decir, de Dios. La novedad viene de la existencia. La mente siempre es vieja. La mente nunca es nueva, es una acumulación del pasado. La novedad viene del más allá, es un regalo de Dios. Viene del más allá y es del más allá.
Lo desconocido y lo incognoscible, el más allá, tienen acceso a ti. Tienen acceso a ti porque no estás sellado ni separado; no eres una isla. Puede que te hayas olvidado del más allá, pero el más allá no se ha olvidado de ti. El niño puede olvidarse de la madre, pero la madre no se olvida del niño. La parte puede empezar a pensar: «Estoy separada», pero la totalidad sabe que no estás separado. La totalidad tiene acceso a ti. Todavía está en contacto contigo. Por eso, aunque tú no le des la bienvenida, lo nuevo sigue llegando. Llega de miles de maneras. Si tienes ojos para ver, te darás cuenta que está llegando constantemente.

La existencia te está colmando de regalos, pero estás anclado a tu pasado. Estás en una especie de tumba. Te has vuelto insensible. Por culpa de tu cobardía has perdido la sensibilidad. Ser sensible quiere decir que sientes lo nuevo, la emoción de lo nuevo; nacerá en ti una pasión por lo nuevo y por la aventura, empezarás a adentrarte en lo desconocido, sin saber adónde vas.
Osho

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