¿Cómo volvemos a ser nuevos? No nos renovamos
espontáneamente. La novedad viene del más allá, es decir, de Dios. La novedad
viene de la existencia. La mente siempre es vieja. La mente nunca es nueva, es
una acumulación del pasado. La novedad viene del más allá, es un regalo de
Dios. Viene del más allá y es del más allá.
Lo desconocido y lo incognoscible, el más allá,
tienen acceso a ti. Tienen acceso a ti porque no estás sellado ni separado; no
eres una isla. Puede que te hayas olvidado del más allá, pero el más allá no se
ha olvidado de ti. El niño puede olvidarse de la madre, pero la madre no se
olvida del niño. La parte puede empezar a pensar: «Estoy separada», pero la
totalidad sabe que no estás separado. La totalidad tiene acceso a ti. Todavía
está en contacto contigo. Por eso, aunque tú no le des la bienvenida, lo nuevo
sigue llegando. Llega de miles de maneras. Si tienes ojos para ver, te darás
cuenta que está llegando constantemente.
La existencia te está colmando de regalos, pero
estás anclado a tu pasado. Estás en una especie de tumba. Te has vuelto
insensible. Por culpa de tu cobardía has perdido la sensibilidad. Ser sensible
quiere decir que sientes lo nuevo, la emoción de lo nuevo; nacerá en ti una
pasión por lo nuevo y por la aventura, empezarás a adentrarte en lo
desconocido, sin saber adónde vas.
Osho
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