viernes, 17 de enero de 2014

La mente no tiene compasión. Para la compasión, para el amor, para la alegría, para la risa... hace falta un corazón, libre de la prisión de la mente.

Siempre hablas en contra de la mente, dices que debemos olvidarnos de ella, mandarla callar, que no es necesaria en la búsqueda de la verdad. ¿Para qué sirve entonces? ¿Es completamente dañina?

respuesta Osho...

La mente es una de las cosas más importantes de la vida, pero solo como criada, no como ama. En cuanto la mente se adueña de ti, surge el problema: reemplaza a tu corazón, reemplaza a tu ser, se apodera por completo de ti. Entonces, en lugar de cumplir tus órdenes, empieza a darte órdenes a ti.


No digo que haya que destruir la mente, el fenómeno más evolucionado de la vida.

Lo que digo es lo siguiente: «Procura que el criado se convierta en amo».  Recuerda que tu ser es lo primero, lo segundo tu corazón y lo tercero la mente. En eso consiste la personalidad equilibrada de un verdadero ser humano.

La mente es lógica... tremendamente útil, y no se puede sobrevivir sin ella en el mundo. Yo jamás he dicho que no se deba utilizar la mente en el mundo; todo lo contrario. Pero has de ser tú quien la utilice, no ella a ti. Una enorme diferencia... Es la mente la que nos ha proporcionado la tecnología, la ciencia, pero como ha dado tanto, se ha erigido en dueña de tu ser. Ahí es donde comienza el daño, porque
cierra por completo las puertas del corazón.


El corazón no resulta útil, no tiene ningún objetivo que cumplir. Es como una rosa.

La mente puede darte pan, dinero, pero no alegría. No contribuye a que disfrutes de la vida. Es muy seria y ni siquiera tolera la risa. Y una vida sin risa está por debajo de los niveles humanos, se hace infrahumana, porque solo el hombre, entre todas las formas de vida, es capaz de reír.

La risa es indicio de la conciencia en su máxima expresión. Los animales no ríen, ni los árboles, como tampoco pueden reír las personas enjauladas en la mente, como los santos, los científicos y los llamados grandes dirigentes. Son demasiado serios, y la seriedad es una enfermedad. Es el cáncer del alma, la destrucción del alma.

Y como estamos en manos de la mente, toda su creatividad se ha puesto al servicio

de la destrucción. Mientras la gente se muere de hambre, la mente se afana en acumular armas nucleares. Mientras la gente pasa hambre, la mente se empeña en llegar a la Luna.

La mente no tiene compasión. Para la compasión, para el amor, para la alegría, para la risa... hace falta un corazón, libre de la prisión de la mente.


El corazón posee un valor superior. De nada sirve en el mercado; el mercado no da significado a la vida. El mercado es la más baja de todas las actividades humanas.
Cuánta razón tiene Jesús al decir: «No solo de pan vive el hombre». Pero con la mente únicamente puede ganarse uno el pan. Sirve para sobrevivir, pero la supervivencia no es lo mismo que la vida. La vida necesita algo más: la danza, el canto, la alegría.

Por eso quiero que pongas cada cosa en su sitio. Habría que hacer caso al corazón en primer lugar si existiera cualquier conflicto entre la mente y el corazón. En cualquier conflicto entre el amor y la lógica, la lógica no puede ser determinante; ha de serlo el amor. La lógica no aporta savia; es un elemento seco. Sirve para los cálculos, para las matemáticas y la tecnología científica, no para las relaciones humanas, ni para el crecimiento del potencial interno de cada persona.


Osho

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