miércoles, 18 de diciembre de 2013

Quien vive para conseguir algo jamás encontrará paz.

Se enseña a todo el mundo que la fuerza de voluntad es un gran valor. Se les dice a los niños que deben tener fuerza de voluntad. Como es algo contrario a la espontaneidad, no se puede estar tranquilo, en paz. ¿Creéis que las flores tienen que hacer grandes esfuerzos para abrirse? ¿O que los árboles tienen que actuar enérgicamente para crecer? No actúan en absoluto.

Decía Lao Tzu: «Mirad los árboles, mirad los ríos, las estrellas, y comprenderéis la "acción inactiva"».

Desde luego que el río fluye hacia el mar, pero no se puede decir que eso sea una acción, porque no existe voluntad que lo obligue a dirigirse hacia allí. Es muy tranquilo; va sin prisas, y ni siquiera siente deseos de llegar, ni compite con otros ríos que podrían adelantársele. Sencillamente fluye, cantando y bailando entre las montañas, entre los valles y las llanuras, sin preocuparse por alcanzar la meta. Cada momento es tan hermoso y único que, ¿a quién le importa el mañana?

Se ha utilizado la fuerza de voluntad para crear en ti una personalidad falsa.

La fuerza de voluntad es otro nombre de esa fea entidad llamada ego.

Alfred Adler, uno de los grandes psicólogos del siglo XX, basaba su análisis psicológico en este sencillo hecho, que todos los problemas del ser humano surgen de la fuerza de voluntad. El ser humano quiere ser alguien, alguien especial, más importante que los demás, más santo que los demás. Lo mismo da que esté en el mercado que en el monasterio, porque lucha por llegar a la cima.


Cuanto más luches y más triunfes, más te alejarás de tu propio ser, porque cada día te pondrás más tenso, cada día te preocuparás más. Tu vida se convierte en un continuo martirio, por el temor al fracaso. Incluso si has triunfado, sentirás el temor a que alguien ocupe tu lugar. Quien vive para conseguir algo jamás encontrará paz.

Por una parte se ha creado esa ficción de actuar enérgicamente. ¿Pensáis que la meditación requiere una actuación enérgica? Solo requiere relajación, olvidarse de esa
mente que desea lograr algo, olvidarse de que existe el futuro, dejar que el momento presente sea suficiente por sí mismo, disfrutarlo sin preocuparse del momento siguiente.

Si puedes disfrutar del momento presente disfrutarás del siguiente, porque cada vez tendrás más experiencia en el goce, en la danza, en el canto y más seguridad en ti mismo, sin necesitar de nadie más. Seas quien seas, podrás disfrutar del éxtasis supremo sin ser rico, sin tener poder, sin fama mundial, sin ser célebre.

Puedes ser un don nadie y tener todos los tesoros del mundo, porque no están en el exterior. No eres consciente de tu riqueza interior.

Osho

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