miércoles, 18 de diciembre de 2013

Solo cuando eres real puedes conocer lo real.

Un ex emperador preguntó al maestro Gudo:
¿Qué le ocurre a un hombre de iluminación
después de la muerte?
Gudo contesto:
¿Cómo voy a saberlo?
El ex emperador inquirió:
¿Cómo? Porque eres un maestro.
Gudo replicó:
Sí, señor, ¡pero no uno muerto!

El hombre es ignorante de lo real. Y lo real es difícil de conocer porque, para conocerlo, antes tienes que serlo. Solo los iguales se pueden conocer entre sí.

El hombre es falso. El hombre, tal como es ahora, es un gran hipócrita. Él mismo no es real. Ha perdido por completo su cara original. Tiene muchas caras, pero ni él mismo conoce su cara original: su propia cara.

El hombre es un imitador. Imita a los demás, y, con el tiempo, se olvida por completo de que él tiene su propio y único ser.

Solo cuando eres real puedes conocer lo real. Es un esfuerzo tremendo; arduo es el camino. Así que el hombre intenta una artimaña. Piensa en lo real: filosofando, teorizando, creando sistemas mentales acerca de real. Eso es la filosofía: una artimaña de la mente para engañarse a uno mismo acerca de su ignorancia, acerca de su no conocimiento de lo real. Por eso abundan las filosofías y todo el mundo vive en conceptos y teorías. Hindúes, musulmanes, cristianos, jainas, budistas; hay millones de conceptos.

Y son baratos, no necesitas cambiarte a ti mismo; solo necesitas una mente de una inteligencia normal, una mente mediocre. No hace falta un coeficiente intelectual elevado, así que no hay ningún problema. Puedes adoptar los conceptos y ocultarte tu ignorancia a ti mismo. La filosofía no es más que un método para ocultar: uno empieza a sentir que sabe, sin saber en absoluto; uno empieza a sentir que ha llegado, sin ni siquiera haber dado el primer paso.

La filosofía es la mayor de las enfermedades, y una vez que te ha capturado es muy difícil salirse de ella porque satisface profundamente al ego. Uno siente dolor cuando llega a conocer su propia ignorancia. Y la ignorancia es total y absoluta; tú no sabes nada en absoluto. Tú simplemente estás en oscura ignorancia, y eso duele. A uno le gustaría saber algo, por lo menos algo, y la filosofía te da un consuelo: te da teorías, y si tienes una inteligencia normal, eso te valdrá; las teorías son algo que tú puedes aprender, con ellas puedes crear tu propio sistema, tu filosofía, y así te sientes cómodo. 

Entonces no solo sabes, sino que además puedes enseñar a otros, puedes aconsejar a otros, puedes ir por ahí mostrando tu saber a otros; y todo arreglado, se olvida la ignorancia.

La filosofía es una construcción lógica acerca de la realidad: acerca de y acerca de, nunca es lo real. Va dando vueltas y vueltas, dando palos de ciego, pero nunca golpea en el centro de lo real. No lo puede hacer, eso no es posible para la filosofía. ¿Por qué no es posible? Porque la filosofía se basa en la lógica, y la realidad está más allá de la lógica.

Osho

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