sábado, 14 de septiembre de 2013

«Camina por el río, pero no dejes que el agua te toque los pies.»

Relaciónate con otros, pero relaciónate también contigo mismo. Ama a otros, pero ámate también a ti. ¡Sal fuera! El mundo es bello, está lleno de aventuras, es un reto, te enriquece. No pierdas esa oportunidad. Cada vez que el mundo llame a tu puerta y te llame, sal al exterior. Sal sin miedo. No hay nada que perder y puedes ganarlo todo. Pero no te pierdas. No salgas y te pierdas. Vuelve a casa de vez en cuando. Olvídate a veces del mundo; hay momentos para la meditación.

Cada día, si quieres estar equilibrado, debes equilibrar lo exterior y lo interior.  Deben pesar lo mismo, para que nunca quedes descompensado por dentro.

A esto se refieren los maestros zen cuando dicen: «Camina por el río, pero no dejes que el agua te toque los pies.» Vive en el mundo, pero no seas del mundo. Puedes estar en el mundo, pero no permitas que el mundo esté en ti. Cuando entras en casa, estás en casa...  como si el mundo entero hubiera desaparecido.

Hotei, un maestro zen, estaba de paso por una aldea. Era una de las personas más hermosas que jamás hayan pisado la tierra. La gente lo conocía como El Buda que ríe, porque todo el tiempo estaba riendo. Pero a veces se sentaba bajo un árbol en esta aldea estaba sentado bajo un árbol con los ojos cerrados y no reía, ni siquiera sonreía, estaba completamente en calma y recogido. Alguien le preguntó:
-¿Cómo es que no te ríes, Hotei?
Él abrió los ojos y respondió:
-Me estoy preparando.
El que le había preguntado no entendió la respuesta.
-¿Qué quieres decir con eso de que te estás preparando?
-Tengo que prepararme para la risa. Tengo que darme un descanso. Tengo que entrar y olvidarme del mundo para poder volver rejuvenecido y reír de nuevo.

Si de verdad quieres reír, tendrás que aprender a llorar. Si no puedes llorar, si no eres capaz de derramar lágrimas, serás incapaz de reír. Un hombre de risas es también un hombre de lágrimas... así está equilibrado. Un hombre bienaventurado es también un hombre de silencio. Un hombre extático es también un hombre centrado. Las dos cosas van unidas. Y de esta unidad de polaridades nace un ser equilibrado. Y ese es el objetivo.


Osho

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