¿Por
qué es necesario pensar? Querías matar a alguien y no lo has matado... lo matas
en tus sueños. Eso relajará tu mente. Por la mañana te sentirás fresco: lo has
matado. No estoy diciendo que vayas y lo mates, y así no tendrás necesidad de
soñar. Pero recuerda esto: si quieres matar a alguien, cierra tu habitación y
medita sobre el homicidio y mátalo conscientemente. Cuando digo «mátalo», me
refiero a que mates a una almohada; haz una efigie y mátala. Ese esfuerzo
consciente, esa meditación consciente te dará mucha visión de tu ser interno.
Recuerda
una cosa: haz que
cada momento sea completo. Vive cada momento como si no fuera a haber otro. Solo entonces
lo completarás. Sé consciente de que la muerte puede venir en cualquier momento.
Este puede ser el último. Siente que «si tengo que hacer algo, debo hacerlo aquí y ahora, ¡completamente!».
-
Me contaron una historia sobre un general griego. Por alguna razón, el rey
estaba enemistado con él. Había una conspiración en la corte y era el
cumpleaños del general.
Estaba
celebrándolo con sus amigos. De pronto, a primera hora de la tarde, llegó un
emisario del rey y le dijo al general: «Perdonadme, se me hace difícil
decíroslo, pero el rey ha decidido que esta tarde, a las seis en punto, seréis
ahorcado. Así que procurad estar preparado para las seis.»
Los
amigos del general estaban allí; sonaba la música; había bebida, comida y
baile. Era su cumpleaños. El mensaje
cambió por completo el ambiente. Todos se pusieron tristes.
Pero
el general dijo: «No os pongáis tristes, porque esta va a ser la última fiesta
de mi vida.
Así
que completemos el baile que estábamos bailando y completemos la fiesta que estábamos
celebrando. Ya no tendré más posibilidades, no podremos completarla en el futuro.
Y no os despidáis de mí con este ambiente tan triste; si lo hacéis, mi mente
suspirará por la vida una y otra vez, y la música interrumpida y la fiesta
suspendida se convertirán en una carga para mi mente. No hay tiempo para
interrumpirla ahora.»
Por
consideración a él, siguieron bailando, pero se les hacía difícil. Él era el
único que bailaba cada vez con más energía; solo él vivía la fiesta... pero los
demás no estaban por la labor. Su mujer lloraba pero él seguía bailando, seguía
charlando con sus amigos. y estaba tan contento que el mensajero volvió con el
rey y le dijo: «Qué hombre más raro. Ha oído el mensaje, pero no se ha
entristecido. Se lo ha tomado de un modo muy diferente... absolutamente
inconcebible. Está riendo y bailando, está de fiesta y dice que como estos
momentos son los últimos y no tiene futuro, no puede desperdiciados... tiene
que vivirlos.»
El
propio rey fue a ver lo que estaba ocurriendo. Todos estaban tristes, llorando.
Solo el general seguía bailando, bebiendo, cantando. El rey le preguntó: «¿Qué
haces?»
El
general respondió: «Este ha sido el principio que ha regido mi vida: ser consciente en todo
momento de que la muerte puede llegar en cualquier instante. Gracias
a este principio, he vivido cada momento tan intensamente como era posible.
Pero, naturalmente, hoy lo habéis dejado tan claro... Os estoy agradecido
porque hasta ahora solo pensaba que la muerte puede llegar en cualquier
instante. Era solo un pensamiento. En alguna parte, agazapado, estaba el pensamiento
de que no iba a ocurrir en el próximo instante. El futuro estaba ahí. Pero vos
me habéis privado por completo de futuro. Esta tarde es, la última. La vida es
tan corta que no puedo aplazarla.»
El
rey se impresionó tanto que se convirtió en discípulo de aquel hombre.
«¡Enséñame!
-le
dijo, Esto es la alquimia. Así es como debe vivirse la vida; esto es el arte No
te voy a ahorcar, pero sé mi maestro. Enséñame cómo vivir el momento.»
Osho
No hay comentarios:
Publicar un comentario