El amor te da atisbos de meditación, reflejos de la Luna en el lago; pero
son reflejos, no son verdad. Por eso el amor nunca te podrá satisfacer. En
realidad, el amor hará que te sientas cada vez más insatisfecho y disconforme.
El amor te hará más consciente de todo lo que es posible, pero no cumple lo
prometido. Te frustrarás, y sólo podrás volver a tu propio ser cuando estés
profundamente frustrado. Sólo los amantes conocen la felicidad de la meditación. Los
que nunca han amado y nunca se han decepcionado con el amor; los que nunca se
han sumergido en el lago del amor buscando la Luna y se han sentido decepcionados,
nunca mirarán hacia arriba a la verdadera Luna en el Cielo. Nunca se
darán cuenta de esto.
La persona que ama,
tarde o temprano, inevitablemente se volverá religiosa. Pero la persona que no ama —por ejemplo, el político que no puede
querer a nadie, sólo ama el poder— nunca se volverá religiosa. O la persona que
está obsesionada con el dinero —sólo ama el dinero, sólo conoce un amor, el
amor al dinero— nunca se volverá religiosa. Para ella será muy difícil por
muchos motivos. El
dinero se puede poseer; puedes tener dinero y
poseerlo. Es muy fácil poseer dinero, pero es difícil poseer al amado, de
hecho, es imposible. Intentarás poseer, pero ¿cómo puedes poseer a una persona
viva? La persona viva se resistirá de todas las formas
posibles, luchará hasta el final. Nadie quiere perder su libertad.
El amor no tiene tanto valor como la libertad. El amor tiene mucho valor,
pero no más que la libertad. Quieres ser amoroso pero no quieres que el amor te
aprisione. De este modo, un día u otro te decepcionarás.
Intentas poseer, y cuanto más intentas poseer, más imposible se vuelve
el amor y más se aleja de ti. Cuanto menos posees, más cerca te sientes del otro.
Si no eres
posesivo en absoluto, si hay libertad entre los amantes, habrá mucho amor.
Osho
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