La
gente sueña frecuentemente con trenes, y siempre los pierden. En el sueño, la
persona va corriendo hasta la estación, y cuando por fin la alcanza, el tren ya
se ha ido. Este sueño le sucede reiteradamente a millones de personas, es uno
de los sueños más comunes. ¿Por qué hay millones de personas que tienen este
sueño reiteradamente? Están
perdiéndose la
vida.
Siempre llegan tarde. Siempre hay una fisura. Lo intentan, pero nunca consiguen
tender el puente. No pueden comulgar con nada, no pueden meterse de lleno en
nada, siempre hay algo que entorpece. ¿Qué es? Es el conocimiento.
Yo os enseño
ignorancia. Cuando digo: «Sé como un niño», quiero decir que sigas aprendiendo,
no te conviertas en un entendido. El conocimiento es un fenómeno muerto, el aprendizaje es un
fenómeno vivo. Y el que aprende tiene que recordar esto: que no
puede actuar desde el punto de vista del conocimiento.
¿Te
has fijado en esto? Los niños aprenden rapidísimo. Si un niño vive en un
ambiente plurilingüe aprenderá todos los idiomas. Aprende el idioma de la
madre, el del padre, el de los vecinos..., puede llegar a aprender tres, cuatro
y cinco idiomas con facilidad, sin ningún problema.
Cuando
sólo has aprendido un idioma, después es muy difícil aprender otro, porque
empiezas a actuar desde el punto de vista del conocimiento.
Hay
un refrán que dice que no le puedes enseñar nuevos trucos a un perro viejo. Es
cierto. Pero ¿qué es lo que hace viejo al perro? No es la edad física, porque
Sócrates sigue aprendiendo hasta el último momento, incluso cuando está
muriendo. Buda sigue aprendiendo hasta el final. ¿Qué
le hace viejo al perro? El conocimiento.
Buda
sigue siendo joven, Krishna sigue siendo joven. No tenemos ni una sola estatua
de Buda o Krishna que los represente de viejos. ¡No quiere decir que no se
hicieran viejos! Krishna vivió hasta los ochenta años, se hizo muy viejo, pero
había algo en él que seguía siendo joven, infantil. Siguió actuando desde el
estado de no conocimiento.
Primero,
cuando digo sé
como un niño, quiero decir sé total. Y lo segundo es que sigas
siendo un aprendiz, actúa desde el estado de no conocimiento. Eso es la
inocencia: actuar desde el no conocimiento es inocencia.
Y
tercero y último: el niño tiene una cualidad natural de confianza, de lo
contrario, no sobreviviría. Nada más nacer confía en la madre, confía en la
leche, confía en que la leche le alimenta, confía en que todo está bien. Su confianza es absoluta, no tiene ninguna
duda respecto a nada. No tiene miedo a nada. Tiene tanta confianza que su madre
se asusta, porque el niño puede empezar a jugar con una serpiente. Tiene tanta
confianza que puede meter el dedo en el fuego. Tiene tanta confianza que no
conoce el miedo, no conoce la duda. Ésta es la tercera cualidad. Sólo podrás llegar a conocer la verdad si puedes saber qué es
la confianza, si puedes volver a aprender a tener confianza. Esto
tiene que quedar claro.
Osho
No hay comentarios:
Publicar un comentario