lunes, 28 de octubre de 2013

El conocimiento es un fenómeno muerto, el aprendizaje es un fenómeno vivo.

La gente sueña frecuentemente con trenes, y siempre los pierden. En el sueño, la persona va corriendo hasta la estación, y cuando por fin la alcanza, el tren ya se ha ido. Este sueño le sucede reiteradamente a millones de personas, es uno de los sueños más comunes. ¿Por qué hay millones de personas que tienen este sueño reiteradamente? Están
perdiéndose la vida. Siempre llegan tarde. Siempre hay una fisura. Lo intentan, pero nunca consiguen tender el puente. No pueden comulgar con nada, no pueden meterse de lleno en nada, siempre hay algo que entorpece. ¿Qué es? Es el conocimiento.

Yo os enseño ignorancia. Cuando digo: «Sé como un niño», quiero decir que sigas aprendiendo, no te conviertas en un entendido. El conocimiento es un fenómeno muerto, el aprendizaje es un fenómeno vivo. Y el que aprende tiene que recordar esto: que no puede actuar desde el punto de vista del conocimiento.

¿Te has fijado en esto? Los niños aprenden rapidísimo. Si un niño vive en un ambiente plurilingüe aprenderá todos los idiomas. Aprende el idioma de la madre, el del padre, el de los vecinos..., puede llegar a aprender tres, cuatro y cinco idiomas con facilidad, sin ningún problema.

Cuando sólo has aprendido un idioma, después es muy difícil aprender otro, porque empiezas a actuar desde el punto de vista del conocimiento.

Hay un refrán que dice que no le puedes enseñar nuevos trucos a un perro viejo. Es cierto. Pero ¿qué es lo que hace viejo al perro? No es la edad física, porque Sócrates sigue aprendiendo hasta el último momento, incluso cuando está muriendo. Buda sigue aprendiendo hasta el final.  ¿Qué le hace viejo al perro? El conocimiento. 

Buda sigue siendo joven, Krishna sigue siendo joven. No tenemos ni una sola estatua de Buda o Krishna que los represente de viejos. ¡No quiere decir que no se hicieran viejos! Krishna vivió hasta los ochenta años, se hizo muy viejo, pero había algo en él que seguía siendo joven, infantil. Siguió actuando desde el estado de no conocimiento.

Primero, cuando digo sé como un niño, quiero decir sé total. Y lo segundo es que sigas siendo un aprendiz, actúa desde el estado de no conocimiento. Eso es la inocencia: actuar desde el no conocimiento es inocencia.

Y tercero y último: el niño tiene una cualidad natural de confianza, de lo contrario, no sobreviviría. Nada más nacer confía en la madre, confía en la leche, confía en que la leche le alimenta, confía en que todo está bien.  Su confianza es absoluta, no tiene ninguna duda respecto a nada. No tiene miedo a nada. Tiene tanta confianza que su madre se asusta, porque el niño puede empezar a jugar con una serpiente. Tiene tanta confianza que puede meter el dedo en el fuego. Tiene tanta confianza que no conoce el miedo, no conoce la duda. Ésta es la tercera cualidad.  Sólo podrás llegar a conocer la verdad si puedes saber qué es la confianza, si puedes volver a aprender a tener confianza. Esto tiene que quedar claro.


Osho

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