jueves, 31 de octubre de 2013

En contra del todo, tú eres una pesadilla para ti mismo.

Cuando confías en la vida, confías en Dios, porque la vida es Dios y no hay ningún otro Dios. Cuando confías y flotas con él, incluso la muerte se transforma. Entonces no hay muerte. Tú nunca has intentado vivir por separado, así que ¿cómo vas a morir? El todo vive siempre: solo los individuos vienen y van. Las olas vienen y van: el océano sigue y sigue. Si no crees en ti como una ola separada, como un ego, ¿cómo vas a morir? Vivirás en el todo para siempre jamás. Tú has vivido antes, cuando no existías, estás viviendo en momento, en el que crees que existes, y volverás a vivir, cuando ya no estés aquí. El sueño de tu ser separado es el ego, y el ego crea conflicto. A través de los conflictos tú te disipas y mueres. A través de los conflictos eres desgraciado. A través de los conflictos pierdes todo lo que hubiera sido posible para ti. Cada momento la bendición es posible; cada momento el éxtasis es posible, pero tú lo pierdes porque eres un luchador.

Pero no se trata de un método, de una técnica, de un sistema; se trata de una comprensión.
Y recuerda, en última instancia, o existe el ego, o existe la comprensión, pero ambas cosas no pueden existir juntas. Si existe el ego, no tienes comprensión; entonces no eres más que un niño ignorante que cree ser el centro del todo, y luego, cuando descubre que no es así, es desgraciado. Al descubrir que no eres el centro, te creas tu infierno. Comprender significa comprender toda la situación. Lo único que hay que hacer es observar todo el fenómeno de tu vida, interior y exterior, entonces el ego desaparece. Si hay comprensión, el ego no puede existir, la comprensión es el sendero, el camino.
Entonces estás en concordancia con la vida, en armonía, vas a su ritmo, a su paso. Entonces, de repente, sientes que saltas con el remolino y sales con la corriente. Y este juego es eterno –saltar con el remolino, salir con la corriente-, este es el juego eterno. Eso es lo que los hindúes llaman leela, el gran juego cósmico. Tú vienes en forma de ola, y luego desapareces. Luego vuelves a venir en forma de ola, y vuelves a desaparecer. Y así una y otra vez, es algo que no tiene ni principio ni final. El ego tiene un principio y un final, pero tú, sin el ego, no tienes ni principio ni final. Tú eres la misma eternidad, pero en el todo, en concordancia con el todo. En contra del todo, tú eres una pesadilla para ti mismo.
Así pues, o hay ego o hay comprensión. La elección es tuya. No hace falta ser humilde, solo hay que comprender. Y es como si enciendes una vela en una habitación oscura: de repente la oscuridad desaparece, porque la luz y la oscuridad no pueden existir juntas. Con el ego y la comprensión pasa lo mismo, no pueden existir juntos.


Osho

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