miércoles, 23 de octubre de 2013

La mente es la puerta al infierno, y esa puerta no es otra cosa que el deseo...

"El cuerpo siempre es hermoso, recuérdalo. Ésta es una de las reglas básicas que yo te ofrezco, una regla incondicionalmente verdadera, absolutamente verdadera, categóricamente verdadera: el cuerpo siempre es hermoso. Lo feo es la mente. No es el cuerpo lo que hay que cambiar. No hay nada que cambiar en él. Es la mente. Y mente significa desear. El cuerpo tiene necesidades, y esas necesidades son reales.
     Si quieres vivir, necesitas comida. La fama no es necesaria para vivir, el respeto no es necesario para estar vivo. No necesitas ser un gran hombre o un pintor muy famoso, conocido por todo el mundo. Para vivir no necesitas ganar un premio Nobel, porque el premio Nobel no satisface ninguna necesidad del cuerpo...
     
La necesidad está orientada al cuerpo; el deseo no está orientado al cuerpo. No tiene raíces. No es más que un pensamiento flotante en la mente. Y casi siempre tus necesidades corporales vienen de tu cuerpo y tus necesidades mentales vienen de otros. Alguien se ha comprado un coche precioso, un coche importado, y surge tu necesidad mental. Quieres un coche igual, ¿cómo vas a vivir sin él?
     El mulá Nasrudin iba conduciendo un coche y yo iba sentado a su lado. En cuanto entramos al barrio, era un día caluroso de verano, cerró todas las ventanillas del coche. Le pregunté: "¿Qué estás haciendo?"
     Él me contestó: "¿Qué quieres, que todo el barrio se entere de que mi coche no tiene aire acondicionado?".
     Ambos estábamos transpirando, el coche parecía un horno, pero ¿cómo vas a consentir que tus vecinos se enteren de que tu coche no tiene aire acondicionado? Esto es una necesidad mental. El cuerpo dice: "Déjalo. ¿Estás loco?". El cuerpo está transpirando, está diciendo: "¡No!". Escucha al cuerpo; no escuches a la mente.
Las necesidades de la mente son creadas por los que te rodean; son tontas, estúpidas, idiotas...
     
La mente es la puerta al infierno, y esa puerta no es otra cosa que el deseo.
     Mata los deseos; no los verás sangrar porque no tienen sangre. Pero si matas una necesidad, habrá una sangría. Si matas una necesidad, morirá una parte de ti. Si matas un deseo, no morirás. Todo lo contrario, te volverás más libre.
Dejar los deseos aporta más libertad. Si puedes convertirte en una persona de necesidad y no de deseo, ya estás en el camino y el cielo no está lejos".

Osho, Fama, fortuna y ambición. ¿Cuál es el verdadero significado del éxito?
http://osho-maestro.blogspot.com/

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