«¿Cómo
puedo llegar a mi centro?»
Puedes
alcanzar tu centro cuando eres afectuoso, cuando estás fluyendo, cuando te
fundes en el amor, en la alegría, en la danza, en el placer. Depende de ti.
Sigue haciendo las cosas que realmente te gusta hacer y que disfrutas. Si no lo
disfrutas, déjalo. Encuentra otra cosa que te guste. Sin duda encontrarás
algo que te guste. Nunca me he topado con alguien que no le guste nada. Habrá
personas que no les guste una cosa, ni la otra, ni la otra, pero la vida es amplia.
No te compliques, déjate flotar. Permite que circule más energía.
Deja
que fluya, permite que se encuentre con otras energías a tu alrededor. Pronto
te darás cuenta de que el problema no era cómo estar equilibrado, el problema
es que te habías olvidado de fluir. En una energía que fluye, de repente, estás
equilibrado. A veces, también sucede por accidente, pero la razón es la misma.
A
veces, te enamoras de una mujer o de un hombre y, de repente, te sientes
equilibrado, te sientes uno por primera vez. Tus ojos tienen un brillo
especial, tu cara está radiante, y tu intelecto ya no está gris. Hay algo que
empieza a brillar dentro de tu ser; nace una canción, tu caminar tiene ahora
una cualidad de danza. Eres un ser totalmente distinto. Pero
estos momentos son escasos porque no aprendemos el secreto.
El
secreto es que empieces a disfrutar de algo. Ése es el secreto. Un pintor puede
pasar hambre, estar pintando y, a pesar de todo, su rostro refleja
satisfacción. Un poeta puede ser pobre, pero cuando está cantando su canción es
el hombre más rico de la Tierra. No hay nadie más rico que él. ¿Cuál es su secreto?
Su secreto es que está disfrutando el momento. Siempre que
disfrutas algo, estás en armonía contigo mismo y en armonía con el universo,
porque tu centro es el centro de todo.
Deja
que esta pequeña noción sea tu atmósfera: haz solamente lo que disfrutes, de lo contrario, déjalo.
Estás leyendo un periódico y cuando vas por la mitad te das cuenta de que no lo
estás disfrutando; no tienes obligación de hacerlo. ¿Por qué lo estás leyendo?
Déjalo ahora mismo. Si estás hablando con alguien y en la mitad te das cuenta
de que no lo estás disfrutando, aunque sólo hayas dicho la mitad de la frase,
párate ahí mismo. No lo estás disfrutando, no tienes obligación de seguir. Al
principio te parecerá un poco extraño. Pero no creo que pase nada. Puedes practicarlo.
Al
cabo de unos días habrás tenido muchos contactos con tu centro, y entonces
comprenderás lo que quiero decir cuando repito una y otra vez que ya tienes lo que estás buscando. No
está en el futuro. No tiene nada que ver con el futuro. Ya está aquí y ahora,
ya es el caso.
Osho
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