Cuando te tomas muy en serio los problemas humanos, cuando
empiezas a pensar en el hombre como un problema, cuando has aceptado ciertas
premisas, has dado el primer paso en dirección equivocada. Ahora puedes seguir
en esa dirección, y puedes seguir y seguir indefinidamente. Se ha escrito una gran
cantidad de literatura acerca de los fenómenos mentales, del psicoanálisis; se
han escrito millones de artículos, tratados y libros. En cuanto Freud abrió las
puertas de una cierta lógica, dominó el siglo entero.
Oriente tiene una actitud totalmente diferente. En primer
lugar, dice que ningún
problema es grave. En el momento en que dices que ningún problema es grave, el
problema está muerto en casi un noventa y nueve por ciento. Cambia toda tu
visión del problema. La segunda cosa que dice Oriente es que el problema está
ahí porque tú te has identificado con
él. No tiene nada que ver con el pasado nada que ver con su
historia. Estás identificado con él, eso es lo que importa. Y esa es la clave para
resolver todos los problemas.
Por ejemplo, eres una persona irascible. Si vas al
sicoanalista, te dirá: «Retrocede en el pasado... ¿cómo se originó esta ira?
¿En qué situaciones se fue volviendo cada vez más condicionada y se fue
imprimiendo en tu mente? Vamos a tener que borrar todas esas huellas; tendremos
que eliminarlas. Vamos a tener que cambiar tu pasado por completo.» Si acudes a un místico oriental, te dirá:
«Crees que estás irritado, te sientes identificado con la ira eso es lo que va mal. La
próxima vez que se presente la ira, tú limítate a ser un observador, a ser un
testigo. No te identifiques con la ira. No digas "Estoy furioso". No
digas "Soy la ira". Limítate a ver lo que ocurre, como si estuviera
ocurriendo en una pantalla de televisión. Mírate a ti mismo como si estuvieras
mirando a otro.»
Eres pura
conciencia. Cuando se forma a tu alrededor la nube
de ira, limítate a mirarla, y mantente alerta para no identificarte con ella. Todo consiste en no
identificarse con el problema. En cuanto hayas aprendido esto... y
no me hables de que tienes «demasiados problemas», porque la llave, la misma
llave, abre todas las cerraduras. Lo mismo vale para ira que para la codicia,
que para el sexo. Vale para cualquier cosa de la que la mente sea capaz.
Osho
No hay comentarios:
Publicar un comentario