jueves, 15 de agosto de 2013

El ego es una falsa sensación del yo.

Esta simple sensación de ser uno mismo, de que uno es, crea un centro, un centro de quietud, un centro de silencio, un centro de dominio interior. Es una potencia interior. Y cuando digo «una potencia interior» quiero decir eso al pie de la letra. Por eso los budas hablan del «fuego de la conciencia». Es un fuego. Si empiezas a hacerte consciente, empiezas a sentir en ti una nueva energía, un nuevo fuego, una nueva vida. Y gracias a esta nueva vida, nuevo poder, nueva energía, muchas cosas que te estaban dominando se disuelven. Ya no tienes que luchar con ellas.

Tienes que luchar con tu ira, con tu codicia, con tu sexo, porque eres débil. En realidad, la codicia, la ira y el sexo no son los problemas; el problema es la debilidad. En cuanto empiezas a ser más fuerte por dentro, con una sensación de presencia interior –cuando sientes que eres-, tus energías se van concentrando, cristalizan en un punto único y nace un yo.

Recuerda, no un ego, sino un yo. El ego es una falsa sensación del yo. Sin tener ningún yo, sigues creyendo que lo tienes... eso es el ego. El ego es un falso yo... no eres un yo, pero aun así crees que eres un yo.


Osho

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