Si estás
alerta, muchas cosas simplemente desaparecen; no necesitas deshacerte de ellas. En estado
consciente, ciertas cosas no son posibles; Y esta es mi definición,
no existe otro criterio. Si estás consciente no puedes enamorarte; por lo tanto,
caer enamorado es un pecado. Puedes amar, pero eso no es como una caída, es
como una ascensión. ¿Por qué [en inglés] se usa la expresión «caer enamorado» (falling
in love)?
Es
una caída; estás cayendo, no estás ascendiendo. Cuando estás consciente, no es
posible caer... ni siquiera en el amor. No
es posible, simplemente no lo es. Con la conciencia no es posible; asciendes en
el amor. Y ascender
en el amor es un fenómeno totalmente diferente del enamoramiento. Estar enamorado es un estado onírico. Por eso
a la gente que está enamorada se le nota en los ojos; es como si estuvieran más
dormidos que los demás, intoxicados, soñando. Se les nota en los ojos porque
sus ojos tienen una ensoñación. Las personas que ascienden en el amor son totalmente
diferentes. Se nota que ya no están soñando,
que están afrontando la realidad y eso las hace crecer.
Al
enamorarte sigues siendo un niño; al ascender en el amor, maduras y en poco tiempo, el amor
deja de ser una relación; se convierte en un estado de tu ser.
Entonces ya no se puede decir que ames a este y no ames a aquel, no;
simplemente, amas. Es algo que compartes con cualquiera que se
acerque a ti. Ocurra lo que ocurra, tú
das tu amor. Tocas una piedra y la tocas como si estuvieras tocando
el cuerpo de tu persona amada. Miras un árbol
y lo miras como si miraras el rostro de tu amado. Se convierte en un estado del
ser. No es que estés enamorado, es que eres amor. Esto es ascender, no caer.
El
amor es hermoso cuando asciendes por él, y se convierte en algo sucio y feo cuando
desciendes por él. Y tarde o temprano descubrirás que resulta venenoso, que se convierte
en un cautiverio. Has quedado atrapado, tu libertad ha sido aplastada; te han cortado
las alas, ya no eres libre. Al caer enamorado te
conviertes en una posesión; tú posees y permites que alguien te posea a ti. Te conviertes en un objeto, y tratas de
convertir en un objeto a la persona de la que te has enamorado.
Mira
una pareja de marido y mujer. Los dos se han convertido en objetos, ya no son personas.
Los dos intentan poseer al otro. Solo las cosas se pueden poseer, no las personas.
¿Cómo puedes
poseer una persona? ¿Cómo puedes dominar a una persona? ¿Cómo puedes convertir
a una persona en una posesión? ¡Imposible! Pero el marido está intentando
poseer
a
la esposa; la esposa intenta lo mismo. Se
produce un choque, y los dos acaban por convertirse básicamente en enemigos. Son destructivos el uno para el otro.
Sucedió
que el mulá Nasruddin entró en la oficina de un cementerio y se quejó al
encargado:
-Sé
que mi esposa está enterrada en este cementerio, pero no encuentro su tumba.
El
encargado consultó su registro y preguntó:
-¿Cómo
se llama?
-Señora
del mulá Nasruddin -dijo el mulá.
El
encargado volvió a mirar y dijo:
-No
hay ninguna señora del mulá Nasruddin, pero sí que hay un mulá Nasruddin. Lo siento, parece que ha habido un error en el
registro.
-No
hay ningún error-dijo Nasruddin-. ¿Dónde está la tumba del mulá Nasruddin?
Porque todo está a mi nombre.
¡Incluso
la tumba de su mujer!
Posesión... todos
se empeñan en poseer al ser amado, al amante. Ya no hay amor. De hecho, cuando posees a una persona, odias,
destruyes, matas; eres un asesino. El amor debería dar
libertad; el amor es libertad. El amor hace al ser amado cada vez más libre, el
amor da alas, el amor abre la inmensidad del cielo. No puede convertirse en una prisión, en un encierro.
Pero ese amor tú no lo conoces, porque solo se da cuando
estás despierto; esa calidad de amor solo aparece cuando hay conciencia.
Osho
No hay comentarios:
Publicar un comentario