El mensaje de todos los budas, de todos los
iluminados del mundo. Ellos dicen: el amor y la libertad no son cosas
separadas, no puedes escoger. O tendrás las dos o te verás obligado a dejar las
dos. No puedes escoger, no puedes tener sólo una.
El amor es la circunferencia, la libertad es el
centro.
Uno tiene que crecer en un equilibrio muy delicado,
de manera que el amor y la libertad puedan florecer juntos. Y pueden hacerlo,
porque en unos pocos singulares individuos ha sucedido. Y si le ha sucedido tan
sólo a un individuo en toda la historia puede sucederle a todo ser humano. Ese
florecimiento es tu potencial, tu derecho de nacimiento.
La meditación es el equilibrio.
La meditación es el pájaro con las dos alas: la
libertad y el amor.
Mi esfuerzo aquí, en este campo búdico, es daros las
dos alas juntas: ama y sé libre, ama y no seas posesivo. Sé libre pero no te
vuelvas frío, permanece cálido, permanece cálido con el amor.
La
libertad y el amor tienen que crecer de la mano, en un profundo abrazo, en una
especie de danza, ayudándose mutuamente. Y entonces nace el hombre total, el
hombre que vive en el mundo y no es del mundo en absoluto. Entonces nace el
hombre en el que los extremos se encuentran y se funden, y se hacen
complementarios; entonces el hombre es rico. Amar sin libertad es empobrecedor;
y ser libre sin amor es vivir solitariamente, tristemente, oscuramente. La libertad es necesaria para que
crezca el amor, el amor es necesario para que la libertad pueda
nutrirse.
Osho
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