Lo que estés aprendiendo, apréndelo totalmente. No
dejes que se convierta en un asunto de «llegar y salir corriendo», métete en lo
que estés aprendiendo como si aquello fuera tu vida entera. ¡Juégate el todo
por el todo! Sé total en todo lo que hagas, porque sólo al ser total se
aprende. Sólo se te revelan los misterios cuando estás totalmente envuelto en
algo. Si estás totalmente enamorado, entonces el amor revela sus misterios; si
eres total en la poesía entonces el mundo de la poesía te abre su corazón.
Si amas algo totalmente... Esa es la única manera de
tener una relación de afinidad con la dimensión a la que me refiero. Así que sé total, y ve hasta lo más profundo. No sólo
nades en muchos ríos, hazte buceador, ve hasta el fondo de todas las cosas...
porque cuanto más profundo vayas en algo, más y más profundo te harás tú. Las profundidades
atraen a las profundidades, las alturas llaman a las alturas. Lo que hacemos en
el exterior sucede simultáneamente en el interior. Esta es ley fundamental de
vida.
Atisha dice: disciplínate en muchas cosas, sé total,
ve a lo profundo, ve hasta las raíces mismas de todo, porque los secretos están
en las raíces, los secretos no están en las flores. Las flores son sólo
expresiones de alegría, pero los secretos no están ahí. Los secretos están
escondidos en las raíces, los secretos están siempre escondidos en la
oscuridad.
Tendrás que ir a las profundidades oscuras, sólo
entonces conocerás los secretos. Y cuanto más experimentes la vida de manera
multidimensional, más se enriquecerá tu alma. Está en tus manos: puedes
enriquecer tu alma o llevar una vida pobre.
Millones de personas viven en
la pobreza... Y no me refiero solamente a
la pobreza externa. Conozco a ricos que son tan pobres que a veces hasta los
mendigos son más ricos que ellos. Conozco a ricos que pueden costeárselo todo
pero nunca han experimentado con nada. Ricos
que están vegetando de manera confortable, que están sencillamente
muriendo poco a poco, teniendo una existencia confortable, pero sin vivir. No
tienen intensidad, ni chispa, ni llama, ni fuego... Una vida fría. Vivirán
confortablemente y morirán confortablemente, pero de hecho nunca habrán vivido.
Y uno que nunca no ha vivido, ¿cómo puede morir?
La muerte es el misterio último. El regalo se
entrega sólo a aquellos que han vivido
intensamente, a aquellos que han hecho arder la antorcha de la vida por
los dos extremos a la vez. Sólo entonces en algunas ocasiones sucede que en un
simple momento de intensidad se revela la vida entera. En un simple momento de
total intensidad, la eternidad entera te abre las puertas, Dios te da la
bienvenida.
A Dios no se le encuentra rezando de rodillas. A
Dios no se le encuentra en los templos y en las iglesias. A Dios se le
encuentra viviendo intensamente: una vida con profundidad. Una vida con
profundidad y con totalidad; y una muerte también con profundidad y con
totalidad. Vive totalmente y muere totalmente... Y Dios será tuyo y la Verdad
será tuya.
Osho
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