miércoles, 20 de noviembre de 2013

Sé total en todo lo que hagas

Lo que estés aprendiendo, apréndelo totalmente. No dejes que se convierta en un asunto de «llegar y salir corriendo», métete en lo que estés aprendiendo como si aquello fuera tu vida entera. ¡Juégate el todo por el todo! Sé total en todo lo que hagas, porque sólo al ser total se aprende. Sólo se te revelan los misterios cuando estás totalmente envuelto en algo. Si estás totalmente enamorado, entonces el amor revela sus misterios; si eres total en la poesía entonces el mundo de la poesía te abre su corazón.

Si amas algo totalmente... Esa es la única manera de tener una relación de afinidad con la dimensión a la que me refiero. Así que sé total, y ve hasta lo más profundo. No sólo nades en muchos ríos, hazte buceador, ve hasta el fondo de todas las cosas... porque cuanto más profundo vayas en algo, más y más profundo te harás tú. Las profundidades atraen a las profundidades, las alturas llaman a las alturas. Lo que hacemos en el exterior sucede simultáneamente en el interior. Esta es ley fundamental de vida.

Atisha dice: disciplínate en muchas cosas, sé total, ve a lo profundo, ve hasta las raíces mismas de todo, porque los secretos están en las raíces, los secretos no están en las flores. Las flores son sólo expresiones de alegría, pero los secretos no están ahí. Los secretos están escondidos en las raíces, los secretos están siempre escondidos en la oscuridad.

Tendrás que ir a las profundidades oscuras, sólo entonces conocerás los secretos. Y cuanto más experimentes la vida de manera multidimensional, más se enriquecerá tu alma. Está en tus manos: puedes enriquecer tu alma o llevar una vida pobre.

Millones de personas viven en la pobreza... Y no me refiero solamente a la pobreza externa. Conozco a ricos que son tan pobres que a veces hasta los mendigos son más ricos que ellos. Conozco a ricos que pueden costeárselo todo pero nunca han experimentado con nada. Ricos que están vegetando de manera confortable, que están sencillamente muriendo poco a poco, teniendo una existencia confortable, pero sin vivir. No tienen intensidad, ni chispa, ni llama, ni fuego... Una vida fría. Vivirán confortablemente y morirán confortablemente, pero de hecho nunca habrán vivido.

Y uno que nunca no ha vivido, ¿cómo puede morir?
La muerte es el misterio último. El regalo se entrega sólo a aquellos que han vivido intensamente, a aquellos que han hecho arder la antorcha de la vida por los dos extremos a la vez. Sólo entonces en algunas ocasiones sucede que en un simple momento de intensidad se revela la vida entera. En un simple momento de total intensidad, la eternidad entera te abre las puertas, Dios te da la bienvenida.


A Dios no se le encuentra rezando de rodillas. A Dios no se le encuentra en los templos y en las iglesias. A Dios se le encuentra viviendo intensamente: una vida con profundidad. Una vida con profundidad y con totalidad; y una muerte también con profundidad y con totalidad. Vive totalmente y muere totalmente... Y Dios será tuyo y la Verdad será tuya.

Osho

No hay comentarios:

Publicar un comentario